No te quiero,
no te deseo.
No hay posesión,
no hay deseo.
Aprendo a sentir (me) (nos)
en mis contradicciones,
despierto
siendo y soy siendo.
No hay deseo,
no te poseo.
En cada día
de mis estaciones
ya no hay recuerdos,
sólo alegría de compartir tiempo.
No me posees
no te encadenas
ni me condeno.
No es mi piel,
ni mi pensamiento...
... fluye la emoción
y se la lleva el viento.
Caminando libres y juntos
de pronto
en sorpresa
me elevo.
Linda Acosta.
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