Social Research & Consultory

Desde donde estamos, hacia donde iremos, no vamos solos. Generamos en cada momento conciencia, nuestra marca es nuestra ética. Nuestro mayor beneficio generar el bien común. El mío mediante las letras...

domingo, 6 de junio de 2021

 Atardecer.


Con cuarenta y cinco me siento morra;
podría ser tu madre,
más prefiero que me veas como una hermana.
de la existencia no sé más que tú,
cada una el sendero que recorra.

Me llega la menopausia, 
mi piel y mi cabello lucen los años,
alegrías, dolores, mi propia acracia;
tengo manchas en la piel,
cicatrices visibles,
sofocos, insomnio, momentos sensibles.

Podría ser tu madre,
más prefiero que me veas como una hermana.
Mi fuego no se apaga, se altera con otra etapa,
voy a otro ritmo, mis canas se asoman
mis caderas se ensanchan, 
sigo fértil, sembrar, cosechar, creando
como la luna me muevo cambiando;
me observo, mis ciclos son distintos,
sigo aprendiendo de otros laberintos,
los meses se hacen años.

De más joven coleccioné experiencias,
ahora sé que mi saber
se fue construyendo con cada hacer,
abrazos, batallas, caídas, triunfos, ausencias;
las voces de mi niña, de mi adolescente 
de la adulta, mi ser, perfume y esencias.

Soy la de espíritu sobreviviente,
la tía o la madre que ama la infancia,
la bruja que embruja con su palabra,
la amante inocente que sigue candente,
la caminante de pasos resistentes,
la soñadora de afectos conscientes,
no me encasillo con mi climaterio,
bendigo está etapa de mi viaje,
la vida sorprende con su misterio,
soy la morra que disfruta el aprendizaje.

En mi cuerpo cae la tarde,
inicio, al agradecer, desde otro lugar
poniendo atención a mi nuevo estar.

Linda Acosta
(Nómada, cosmopolita).

Publicado en 'Poesía de Morras' el 5 de junio de 2021




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