Social Research & Consultory

Desde donde estamos, hacia donde iremos, no vamos solos. Generamos en cada momento conciencia, nuestra marca es nuestra ética. Nuestro mayor beneficio generar el bien común. El mío mediante las letras...

sábado, 17 de febrero de 2018

Relaciones conscientes, la coherencia de nuestra (re)evolución




“Eres el universo expresándose a sí mismo en forma humana por un pequeño momento”
-Eckhart Tolle.-



En una relación consciente de amor, amistad, familiar (espiritual o no), hay qué tener pactos de comunicación, saber cuando parar en la conversación. La condición de estar "enamorados", es compartir amor con otro ser, que puede ser madre-hijo, amigo-amiga, hermanos, pareja, etcétera. Amor no es deseo, el amor es algo natural cuando te reconoces en amor, tu eres el amor. Hay qué respetar el proceso del otro, eso me digo en mi propia reflexión, no es automático nacer y reconocerse. Comunicarnos, expresarnos, es importante para crear relación. Si de pronto se pactan señales para no seguir el diálogo o continuar en otro momento, para respetar el espacio del otro es encontrar armonía. 

Aprender a decidir cuales son los canales para comunicarse. El WhatsApp y el Facebook no son espacios para iniciar una conversación profunda. Mejor no tener urgencia, porque la urgencia de “aclarar” algo importante a veces hace que se nuble más la cosa. Y qué se lastime al otro, al que amamos, justo lo que no queremos. Respirar, ver hacia dentro. No pasar del tema si es importante, más encontrar el momento justo para conectar en bondad. Me pasó que un amigo me reclamó algo mientras estaba trabajando, por WhatsApp, no me enojé por su imprudencia, entendí su urgencia, me desequilibré, porqué no entendí el mensaje. Al final creo que fuimos conscientes que lo importante en los sentimientos no debe ser recriminar, menos por WhatsApp. Lo importante es unir, porque el amor y la amistad no son para sufrir, ni para "juzgar", sino para crecer, en el mejor de los casos para construir un mundo mejor.

Las relaciones conscientes (son) vis a vis. A muchos les encanta(ría) vivir la conciencia sólo en pareja, hay mucha literatura de “quitarse capas juntos”, se hace alusión a cebollas, o algo así. En mi opinión se puede encontrar diversas dimensiones de conciencia en todas nuestras relaciones, que son la maravillosa oportunidad para crecer. Pasamos más tiempo fuera de casa, o en en lo que llamamos hogar, es decir, en el trabajo, la escuela, etcétera. Mi luz y mi sombra en misma proporción se refleja en el otro. Si yo soy muy tosca para decir las cosas y el otro es muy sensible pues la vida me da la oportunidad no de cambiar al otro, sino de cambiar yo misma, de encontrar coherencia en mi idea de amor. No hay recetas, respeto el camino de cada uno, de las cebollas emparejadas, las mandarinas a gajos, las uvas en racimos o lo que quieran. Lo importante es ser coherente y explícito con el otro.

En mi crecimiento puedo elegir cambiarme yo, y ser una persona con más empatía, por ejemplo. Lo importante es partir de acuerdos éticos. ¿Qué es importante para ti y para el otro? ¿Qué les une? Respeto, confianza… ¿Cómo define cada uno lo importante de la relación? ¿Cómo interpretan juntos eso valores? Abrirse emocionalmente, compartir para vivir lo que somos cada uno.

Tratemos de mantener diálogos constructivos, en vez de limitar al otro, admirar su diferencia y si nos choca antes de discutir ver hacia nosotros el qué nos molesta y escuchar para ayudar a crecer al otro en lo que podemos decir. No podemos juzgar al otro por lo que nos dijo una tercera persona, porque “el teléfono roto” es un juego absurdo. Si amamos al otro y proponemos profundizar la relación hay que vivir con alegría, y con respeto.

Cuando tenemos heridas emocionales somos propensos a proyectarlas a las personas más cercanas. Una relación consciente debe sincerarse en las necesidades de espacio y aire de uno mismo, y del otro. Es mejor saber decir: “necesito no verte, porque necesito mi gloriosa soledad”, que no significa no quererte, sino que significa: “necesito cargar pilas, conmigo misma”. Eso es maravilloso, cuando te regalas espacios, y eres leal al espacio del otro. Meditar, pasear, viajar, ir al cine o al museo solo, es a veces una necesidad para muchos, y es algo que debemos aceptar también si nos lo pide el otro con el que hemos pactado vivir relación con conciencia.


En resumen, en la relación consciente te amas y amas al otro en su libertad de Ser. No quieres cambiarle, y si quieres un cambio eres tu quien cambia, porque sólo son tus propias ideas, patrones y emociones las que puedes cambiar. Hay al menos tres actores en una relación consciente, que siempre es vis a vis: tu mismo, el otro y la relación. La relación puede ser consciente sólo si tu y el otro pactan profundizar la relación de modo evolutivo, esto es para crecer cada uno a su ritmo, con cierta sintonía. Tu tienes tu música, el otro la suya y la relación enlaza ciertas notas. Es decir, está bueno fluir y dejarse sentir por la intuición y el corazón… Sabiendo que somos más que corazonadas e intuición, nos guste o no. No se trata sólo de fluir, o de ir al extremo de la razón. Se trata de vivir en base a nuestros valores, principios y corazonadas, es decir, con coherencia integral.

martes, 13 de febrero de 2018

*** AMISTAD, alta vibración de amor consciente.***



“El amor no es una emoción, no es un sentimiento siquiera”
-Emilio Carrillo-.

La ley de la Vibración va de la mano con la Ley de Atracción. Nuestro pensamiento tiende a la armonía, a pesar de qué nos encontremos en contextos agrestes o de situaciones complicadas. Somos seres únicos y diferentes cada uno, vibramos todo el tiempo de modo sui generis. Más allá de nuestro cuerpo, de nuestras emociones y pensamientos tenemos energía, y la imprimimos en cada momento. Cada que tocamos una piedra o que damos la mano a otro todo vibra, se expande nuestro ser. Todo nuestro ser se expresa en vibración. Recordar qué compartimos en el plano material el mismo planeta: Gaia. Así es como estamos . Y así es como podemos vibrar conscientemente mejor, siendo…

Si aceptamos que tenemos días y días, es decir, que estamos vivos y somos conscientes de algo esencial: que respiramos, así, podremos iniciar cada amanecer voluntariamente con el pie derecho, casi a modo de ritual. No se trata sólo de dar pie a nuestro Ser, desde ahí empieza la energía, no obstante, recordar se trata de todos. De la sinfonía colectiva, desde la que es nuestra inmediata responsabilidad. Nuestra gente, nuestros seres queridos, nuestros compañeros, nuestros vecinos, nuestras causas. 

En nuestros días "mejores” conectamos en vibración más alta, abrimos nuestros espíritus y damos apertura a las personas que llegan a nuestra vida en amistad. Conectar no es fácil, vamos todos a nuestro rollo, y el Ego es nuestra principal “jaula” para mostrarnos auténticos. Y qué bonito cuando somos lo que somos, con nuestros amigos.

Se atribuye al poeta inglés Francis Quarles la frase de “La amistad es como la música: dos cuerdas del mismo tono vibrarán ambas, aunque sólo toquéis una”. Está idea musical de la amistad nos ayuda a entender las bases de un pentagrama compartido. De las pautas, los valores, los principios de nuestra vibración donde se irá realizando la constelación, la melodía de nuestras relaciones. Es en la amistad donde somos creativos, y a tope.

Compartir viene del latín compartiri y éste de cum (con) y partire (dividir); con ello, quiero decir que la individualidad se da al otro y se intercambia, se entrelaza la energía. No se trata sólo de compartir el pan y la mantequilla, no sólo se trata de reír y llorar, el Ser va más allá del baile y los pisotones… Compartir es participar en ideas, preferencias y acciones de la comunidad que estamos construyendo a distintas escalas de la partitura humana y dimensiones  universales. Preguntemonos cada uno, auténticamente ¿qué podemos compartir? ¿qué es la amistad para mí? 

En la tradición pagana la fecha de San Valentín tenía su origen al culto de la fertilidad, al preparase para la próxima estación de la primavera, se llamaba lupercalia, en alusión a los lobos. Tótem, animal de poder, de libertad personal, con fuertes lazos con la manada. El santoral se distinguió posteriormente por la iglesia romana con las obras de uno de sus mártires de nombre Valentín, cuyo significado viene del latín valens “el qué vale”, Valentinus “el qué es fuerte”, “vigoroso”. Estos pasajes invitan a ir del Ser al hacer valer nuestras relaciones, hacerlas fértiles, vitales. No sólo de tarjetas y peluches vibra el ánimo, el alma.

En otro momento, he sugerido que el amor es el modo de ser de cada uno (por ello no hay definición absoluta). El amor puede tener un punto de inicio desde como nos tratamos a nosotros mismos y como desde ahí tratamos a los demás. El amor asciende en el plano energético, hacia los otros. Incluidas plantas, animales, minerales y todos los que vibran en nuestro entorno, en nuestra realidad. El pensamiento ecológico es un ejemplo del cuidado hacia la vecindad. Cada acción que obramos mueve la cuerda de nuestra música, y desde ahí elegimos formar “duo”, “banda”, “orquesta”, o “sinfónica”. Contagiamos nuestra vibración, es parte de su Ley. Somos un instrumento al servicio...

Podemos dar amistad y amor a distintas dimensiones. No es lo mismo la amabilidad con la que saludo al chico de la fruta: “Hola Ahmed, buenos días”, o al cura de la iglesia que está frente a mi casa que el trato a los amigos con los que comparto un recorrido, unos valores y unas experiencias incluso hasta telepáticas. Sí, nuestra vibración consciente nos permite elegir el contenido del jazz, el rock o la cumbia, etc. Todo es perfecto, aunque no lo parezca. Aunque prefiera la psicodelia al pop o ereggae.

Estamos en un contexto en el qué todo va muy rápido, las grandes revoluciones de los siglos pasados tuvieron exponentes “musicales" que lograron avanzar en ciertas cosas, con muchas contradicciones: estruendos errores o esplendorosos aciertos. 
Algunos vimos caer a martillazos de la gente el muro de Berlín, y sin embargo, vemos como se siguen construyendo muros en nombre de... vibraciones negativas de separación que nacen de las mentes “enjauladas”, de la enemistad. Vemos en planos de dimensión histórica, que algunas leyes se han ido transformando por la acción e ideas de personas que se han unido para cambiar en libre albedrío las condiciones, creando nuevas maneras, re(e)volucionando. La amistad real suele ser incondicional, aunque conlleva principios, acuerdos no siempre explícitos, pactos al compartir. La amistad es un microcosmos de revolución consciente, nos transforma. El diálogo es parte del método, parte de la elevación.

Por ejemplo, sin idealizar, el feminismo ha tenido un impacto en las relaciones de amistad entre mujeres; de alguna manera entre mujeres y hombres. Todavía queda mucho por hacer, desde transitar del feminismo a una esencia más simple, sin dualismos enemistados,  desde la bondad de todos los participantes en la convivencia terrestre. Sobre el impacto del feminismo me gusta recordar que, quizá, la generación de mi abuela no tenía la misma oportunidad de socializar con otras mujeres porqué no había espacios como la escuela (y universidad), o el trabajo que no eran para las féminas de su época. Hoy puedo decidir libremente, al menos donde vivo, casarme y tener hijos o no. Y puedo elegir quedarme en casa o tomarme un café con churros en algún sitio con alguna (s) amiga (s). A mi abuela con suerte la mandaban a comprar el pan, era de las pocas veces que salía “deprisa y corriendo” sola de casa a los 16 años. A esa edad ya me había ido a varios conciertos con mis amigas, y habíamos hecho pactos de mantener nuestra amistad “por siempre”. Algunas leerán seguramente este texto. ¿Qué puedo ofrecer a una causa? En solidaridad con las mujeres de otras latitudes puedo ser mi mejor versión, es cuestión de dignidad, y de vibrar. Puedo elegir desde llevar una pulsera tejida por mujeres del pueblo Masai contra la ablación, o un lazo por la paz hasta ir más allá. La solidaridad puede ser una vibración colectiva y social de la amistad.

La amistad es quizá la nota “clave” del amor. No es de extrañar que sea el elemento sagrado incluso entre dos seres que se atraen también en un plano físico, y que en pos de cuidar está “clave” se empleen técnicas o protocolos de amor profundo, únicas en cada vis a vis para honrar el hermoso regalo del compartir. 

Está vibración, que nace de nuestros principios y causas si lo sentimos, en nuestro corazón, en todo nuestro ser nos va permitir comprender que la amistad es un espacio de libertad en donde podemos ayudar a subir el nivel conciencia de toda la tribu planetaria. La frecuencia y la sintonía entre amigos es parte del ritmo. Cada relación conlleva una responsabilidad y valores. De nuevo no tengo recetas, ni formulas para nadie. Por algo existe la frase “cada uno su granito de arena”.

Salud y alegría.
¡Feliz San Valentín!




jueves, 1 de febrero de 2018

SOLTAR en tres actos: cortar, sanar, volar.

Para aquellas relaciones que se transforman, o simplemente terminan...


I
Gracias por haberme dejado entrar en tu vida,
por dejarme acompañarte en momentos de aflicción y
de alegrías.
Gracias por enseñarme que mi camino no es contigo,
ni sin ti,
mi camino es mi camino y el tuyo es... tuyo, y si quisiera
compartir momentos contigo
serían solamente de alegrías.
Gracias por haber dejado que no sostenga más tristeza,
ni miedos,
ni inseguridades,
ya sabes qué no puedo más que fortalecerme.
Se dice: querer es poder,
y no quiero vivir con aflicción.
No soy tu felicidad,
no eres mi felicidad,
soltemos pronto la agonía
y renazcamos en nuestra propia senda.
Por favor, no insistas
en volver a los círculos viciosos,
sólo encontrarás lo peor de mí,
y eso es algo que me avergüenza,
basta, por favor,
basta.
Me respeto y te respeto, por eso te digo basta.
No quiero vivir contigo situaciones negativas,
y aunque todos tenemos días y días
si se repite el patrón en la convivencia o en cada encuentro... eso se contagia.
Hoy te agradezco de corazón que puedas cortar el patrón,
qué me permitas cortar "lo qué un día fue y no será".

II
Hay al menos cuatro enfermedades espirituales
en el mundo indígena mazateco:
Envidia,
empacho,
embrujo, y
espanto. El cuerpo somatiza estas enfermedades, se vuelven dolores, y a veces más...
... yo creo en esto, he tratado de explicarlo una y otra vez que lo aprendí a mis diecinueve,
después de pasar por quirófano. No tienes porqué creer en ello, no
te burles tampoco, escucha o toma distancia,
tan sólo respeta mi espacio,
si no hay conexión no busques conectar en la ilusión,
no te voy acompañar más en los padecimientos, no soy compasiva en la falsedad,
en las personas que encuentran confianza para su curación personal estará mi compasión,
mi compañía,
mis ganas de compartir... porqué sanaremos juntos.
Hoy, yo suelto todos los males que me aquejan a tu lado, y te agradezco por la enseñanza.

Envidiarte no puedo, porque te valoro,
cada persona es única, y tu también eres especial,
gracias por mostrarme tu mundo, ha sido maravilloso
el tiempo de aprendizaje.

No quiero empacharme de "consejos", si estoy tratando de fortalecer mi Ser,
no puedo dar consejos a quién no escucha,
a quién no está en mi sintonía,
si no hay diálogo sólo hay dos seres genuinos en
monólogos. Los dos valiosos y válidos, aunque
sin eco.

Si alguna vez caí en embrujo, en obsesiones,
para sostener lo insostenible
te pido perdón,
y confío en que comprendas que si no soltamos no podremos recibir.
No inventemos excusas, o justificaciones,
salgamos de la obsesión, de la dependencia y del apego,
te quiero en autonomía, porque yo amo mi libre albedrío.

El miedo es justo lo contrario al amor.
Si no puedo acariciar tu alma,
ni siquiera me planteo acariciar o abrazar
tu cuerpo,
ni siquiera suspirar por tus sueños.
Yo quiero Ser siendo, vivir enamorada de la vida, como dice la canción "aunque a veces duela",
y eso significa buscar la máxima expresión de placer,
de alegría,
de gozo,
siendo yo misma, creciendo, y acompañando el crecimiento desigual en amor.
El espanto a lo que no ha ocurrido es un
trastorno de mi aquí y ahora. Y hoy vivo el momento,
esa es mi armonía,
el sentido de mi equilibrio, la coherencia
de mi filosofía.

III
Siempre abriré mis alas al amor,
siempre me encontrarás en la ternura y en la amistad
tal y como la entiendo en mi realidad.
Mi vuelo no tiene cadenas,
Soy amor,
Soy libertad,
Soy una voladora eterna
del espacio sideral.
Soy vigor, soy salud,
soy mejoría, porqué busco ser mi mejor versión cada día.
Mi vuelo
no tiene fronteras, no tiene banderas,
mi amor es para quien cuida del diálogo,
y valora nuestro tiempo, nuestros momentos,
para quién pueda volar a mi ritmo, y soltarse a
(en) tono, timbre y pausa, esto es,
para quién tenga su propia música y pueda
enamorarme con sus notas,
Busco la elevación constante de la conciencia,
porque Soy algo más que astronauta,
una verdadera lunática.