"Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar.”
Antonio Machado.
La mayoría de las personas consideran que la migración es un asunto forzado. Esa es la tragedia, el lado oscuro del movimiento y no es la única razón, el forzamiento. Desde antaño, por no decir desde siempre, hay un impulso humano de mejoramiento: individual, colectivo y comunitario. Cuando ese impulso busca un bien más allá del ego se ha podido establecer la concepción de Bien Común1.
Por migrar entendemos movimiento, ir de un sitio a otro para establecerse temporal o definitivamente. ¿Qué hay definitivo en está vida? Planteo tres escenarios, al menos para ejercitar la imaginación. En primer lugar corrupción, falta de oportunidades, violencia en forma de guerra o terror explícitamente o implícitamente. Sólo por mencionar un ejemplo podemos imaginar un escenario como la segunda guerra mundial; en este caso la opción de la migración ha sido forzada para salvaguardar la existencia.
En segundo lugar podemos plantear un escenario de oportunidades dentro del sistema como expansión empresarial, crecimiento profesional, hasta un “me gane la lotería y me voy a pasar una larga temporada de vacaciones en Shalalandia”; en este caso la opción de migración es aplaudida como “triunfadora”.
Por último voy a plantear un caso en el que nos reconocemos muchos que no somos mayoría, la exploración de nuevas experiencias de modo consciente o no; se trata del viaje y de tener nuevas destrezas a través del experimento de la propia vida, de la búsqueda a través del conocimiento empírico. En el último caso ni es repudiado, ni aplaudido, se trata de una condición que extraña y que muchas veces se trata de etiquetar y encasillar o simplemente ignorar.
El movimiento es la certeza de la vida. Es la acción, el cambio, la circulación, la respiración, es el caos y el arte, es la rebelión, la alteración, la sacudida, el desarrollo y la propagación. Incluso en el diccionario se le da significado de: “Cada una de las partes de una obra musical con una característica particular”. Sí arrieros somos y en el camino nos encontramos, entonces somos todos peregrinos. Peregrino es aquel que anda por tierras extrañas. ¿Qué va a pasar mañana? Nadie lo sabe, es parte del misterio de la música. Lo qué sucede hoy es parte de la nota que decidimos tocar. Somos peregrinos de nuestro propio camino.
Existen decenas y decenas de libros, literatura, con narraciones de éxodos, aventuras y peregrinaciones. Todos hemos leído o escuchado sobre Jesús de Nazareth, Simbad el marino2, o La Odisea. Migrar nos ha permitido conocer el mundo, extendernos sobre la esfera terráquea y llegar al concepto de humanidad, es decir, el conjunto de todos los seres humanos en el planeta. Una de mis actividades favoritas es hacer trekking o senderismo3, te internas en caminos encontrando a diversas personas que van saludándote con agradable sonrisa. Qué libertad experimentar la conexión en la esencia.
Diversos autores plantean, desde la dualidad, una naturaleza oscura del ser humano o bien una naturaleza puramente bondadosa. La respuesta está en nuestro propio interior, y es a través del misterio de la conciencia que podemos volver a decir que existe ese impulso de mejoramiento, al menos de modo intermitente en nuestro propio corazón. Buscamos ser mejores, que no es sinónimo de “ser buenos”. Se puede ser el mejor sin escrúpulos, el bien es una elección que nos lleva a reconocer inherencia, conexión y expansión ética. Así, y a través del origen de la Ley hemos llegado a ciertos acuerdos de convivencia, y al ser una invención humana las leyes han de servir a la humanidad. Sin embargo ciertas concepciones totalizadoras dan por sinónimo Ley con Verdad. ¿Acaso un acuerdo es inamovible? No pueden establecerse preceptos por encima de la vida, porque cuando se ha hecho esto se da paso a la muerte en todo sentido.
Algo que nos puede orientar como brújula para establecer condiciones de convivencia es la vida en sí. Es lo primero, la propia, la colectiva y la común. Si partimos de que todos los habitantes de la tierra, incluso animales y plantas, merecemos vivir sin excepción más allá del juicio del bien y el mal tenemos ya un punto de acuerdo.
Donald Trump dirige un país en donde la pena de muerte sigue vigente. Ese es un punto de partida con el que personalmente discrepo. Obviamente no tengo todas las respuestas para tratar temas delicados sobre la “corrección” de ciertas conductas deplorables de la humanidad; sin embargo, algo me dice que matar a alguien no es la solución ni individualmente, ni colectivamente, ni en las frías estadísticas para el Bien Común. Volviendo a D. Trump, y su política migratoria basada en amenazas y acciones que conducen a un escenario de batalla, por no decir de guerra4; las perspectivas de la humanidad se recrudecen , por si no fuera suficiente con las tensiones que se viven en Oriente Medio y el sur de Europa.
La migración pone entre las cuerdas al sistema de los Estado-Nación, la esfera política donde se aloja el sistema económico capitalista en su nivel neoliberal. "La primera, la segunda, o la tercera generación... somos todos hijos de la migración" se canta en Francia desde hace más de una década. Recordemos que la sociedad mundial está compuesta por distintas esferas: política, económica, cultural que se encuentran en un momento de crisis institucional, de barbarie humana y de caos creativo.
A nivel institucional el sistema de Naciones Unidas ha podido detener ciertos embates mediante acuerdos multilaterales en sus distintos organismos, desafortunadamente la caducidad de la ONU, como los yogures, parece irreversible. Acuerdos que benefician una economía inestable como lo es el neoliberalismo: flexibilidad laboral, donde se prima una selección de la mano de obra según el interés de la producción, el mercado y el capital5. Empresas multinacionales, favorecidas por los organismos internacionales para ir de un lado a otro a “emprender” y oídos sordos para los Derechos Humanos le han restado legitimidad al sistema internacional. No pasa nada, antes de la invención de los Estado-Nación hemos vivido como especie otros momentos históricos como los de la sociedad Clero-militar, o la tribal. No pasa nada, porque pasa todo, que no nos de ansiedad ni melancolía, y a ponernos a la obra.
El año que estuve en Honduras pude ver algo que mi memoria no olvida: un país hermoso totalmente saqueado. No conduzco, está en mi conciencia no usar coche propio. Priorizo en mi vida diaria caminar y tomar transporte público; no es una receta, es lo que siento simplemente. En Tegucigalpa sólo conté dos semáforos desde la Universidad (UNAH) hasta el Museo de historia Villa Roy, es decir en 9 kms. Caminar en aquella ciudad es de las experiencias más duras que he vivido, grandes avenidas y cero señalización para los peatones. Subir al “busito” era arriesgar la vida, en todos los sentidos. Entiendo que las cosas habrán cambiado, no han pasado ni cinco años de aquella experiencia. Cruzar el puente peatonal para ir a la UNAH me llenaba los ojos de lagrimas, niños pequeños sin zapatos, algunos en pañal pidiendo algo que comer tan temprano, habrían venido andando de tan lejos por esas calles de peligro. Algunas calles de un mercado popular estaban aún sin pavimentar, y contrastaban con el Mall Multiplaza que se anuncia como el de las mejores marcas. Más adentro de Honduras hacia San Pedro Sula y por carretera vi como las mineras destrozaban el paisaje, camiones llenos de metales para ser llevados a otros países, sin repercutir en el bienestar de los nativos en Honduras6. Cientos de jóvenes con un presente incierto, donde ya no se plantean ni siquiera más que sobrevivir en donde se les ha enseñado que “saquear” es una norma. Doble moral del que va con colgijos de plata colgando en el cuello diciendo que los migrantes “son ilegales” al cruzar la frontera. Doble moral porque nadie recuerda el golpe de Estado, o mejor dicho el lavado de régimen que apoyo Estados Unidos en 2009. El Estado en su concepción más pura quedo intacto: el monopolio de la violencia. La esfera cultural está infectada por el sistema, llamamos golpe de Estado a algo que es sólo un lavado de la estructura original.
Afortunadamente el arte aún no ha sido del todo corrompido. El arte de vivir y la capacidad de creatividad. Creando nuevas formas de convivencia. Y a través de la realización y expresión: cárteles, pintura, canciones, frijoles de olla y sonrisas que nos devuelvan la mirada a lo esencial y profundo. Hemos crecido con ideas de que una abstracción conceptual esta por encima de lo concreto. No podemos poner etiquetas a las personas para echar una mano, eso atenta contra nuestra propia humanidad.
Los argumentos de quien excluye son sus argumentos para auto-excluirse, será bienvenido a la nueva humanidad que ya se está gestando cuando así lo decida. No podemos forzar, no podemos esperar que los demás resuelvan algo que nos resuena. Construyamos hermandad, fraternidad, aquello que nos permite movernos hacia lo que nos hace mejores. No se trata de convencer a nadie, sino de estar seguros que lo que hacemos lo hacemos por nuestro bienestar y que mejor si es común. No hay leyes políticas inamovibles, porque la naturaleza de la que somos parte es orgánica y basta con echar un ojo al cielo y ver las golondrinas migrar. Basta con ver como las raíces de un árbol son capaces de traspasar el cemento si decide respirar. Piernas y pies para caminar, es nuestra condición: caminantes. Ser sedentarios es una opción loable, hay que ser valiente para dejarlo todo y hay que ser valiente para quedarse, son dos formas de experimentar y ambas caben en está esfera del universo.
"Te fuiste cuando más se te necesitaba en el país que te vio nacer", "tu que vives allá... qué sabrás si aquí está de la chin..." se me dijo varias veces, como si hubiera sido fácil, como si decidir experimentar dejar la comodidad de lo conocido fuera como poner mantequilla al pan. Quedarme hubiera sido en mi caso, y en mi personalidad vivir con ciertas comodidades, en realidad nunca lo sabré. Siento que debo caminar, y volver con las personas que quiero cuando mi propio espacio es tan amplio como el de un abrazo sincero o varios. No se hasta cuando dejaré de caminar, sólo se que en el camino me siento acompañada, lo agradezco tanto desde lo que puedo ofrecer. Nunca se me ha negado un plato de comida, siempre he buscado satisfacer mi libertad para encontrar trabajo, se me etiqueto por personas de "buen corazón", me aferre a mi camino en cada paso, a veces llegué a callejones sin salida y tuve que darme la vuelta y volver a respirar y elegir. Hoy elijo poner palabras a la migración como una de las condiciones más humanas y por tanto necesarias. Movimiento, conocimiento...
¡¡¡Abajo los muros y fronteras, alto a las muertes en las vallas y en las pateras!!!
Migrar no es sólo por una situación forzada, no obstante, hoy día es visible la urgencia de replantearnos la convivencia global:
¡Por el libre tránsito de las personas!
P.d.- ¿Qué va a pasar con el trabajo? >>> Trabajo hay siempre, y a ver si nos preguntamos ¿Cómo disfrutar del ocio sin tanta moral? ¿Cuáles son nuestras necesidades reales? ¿Cómo te gustan los objetos materiales para coleccionar, para presumir o eres consciente de la procedencia de los mismos y ademas de bonitos los escoges con amor a la vida no sólo desde una responsabilidad ecológica? A ver si estamos sosteniendo un modelo que no nos gusta en vez de crear el que nos gusta de verdad. No queramos todo digerido, nos falta un rato, incluida yo, para dar imaginación al arte de la convivencia. Salud!
1 Un texto breve y académico que puede ayudar a ir tirando del tema si se busca profundizar. Schultze, R-O (2014). El bien común. En Herminio Sánchez de la Barquera (Ed.), analogías para el estudio y la enseñanza de la ciencia política, 157-165 pp. México: UNAM-IIJ. Disponible [en línea]: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/8/3710/13.pdf
2 Personaje en uno de los cuentos de Las Mil y Una Noches.
3 Senderismo o trekking, ¿conoces la diferencia? (18 de mayo de 2016). Blog personal de Sandra Martínez: http://blog.e-proarte.com/2016/05/18/senderismo-vs-trekking/
4 Guimón. P, y Beauregard, L. P. (20 de octubre 2018), Trump reaviva la batalla migratoria con México. El País. Disponible [en línea]: https://elpais.com/internacional/2018/10/18/estados_unidos/1539893861_288926.html
5 Para iniciar a profundizar sobre el tema puede verse el texto de Abad. L.V (2003). Economía en red y políticas migratorias ¿hacia un mercado global del trabajo?. Disponible [en línea]: http://revistas.upcomillas.es/index.php/revistamigraciones/article/view/4299
6 Ver mapa interactivo: http://www.mineriahonduras.com
